REENCUENTROS.

Llevaba un par de días en el Castillo y aún no había tropezado con nadie de mi casa, por lo que esa noche esparaba que en la cena hubiera mínimo alguien, porque ya empezaba a obcecarme con que me iba a tirar el curso sola, y sabía que todos estaban allí, sino el director hubiera dicho algo al respecto, como cuando anunciaron la muerte de aquel chico de Ravenclaw.

Sobre nuestras cabezas se podía ver el encantamiento de cielo estrellado, ese que sabía hacer Lily y que el curso pasado no me había atrevido a pedirle que me enseñara.

Entré al comedor tarareando una canción de ese verano, con la carta que me había enviado mi tío en la mano.
Sonreí al ver a Lily en la mesa, pero no le ví buena cara, aunque igual me equivocaba, así que me senté algo apartada.
Al menos mi tío me daría ánimos.

"Sophie" había salido de la Torre y necesitaba ir a buscarla para que no se la comiera nadie.
Me senté en uno de los huecos en la larga mesa y abrí el sobre, sacando el papel, no era como el pergamino que gastábamos aquí, pero vi que mi tio había adornado el mismo con dibujitos de varitas muggles, como la que gastaban los niños en Halloween, y estrellitas.

- Estás loco Jason -dije en voz alta comenzando a reír.

Anastasia se acercó a la mesa.
Parecía más que cansada.

"¿Te interrumpo? ", preguntó tras saludar.

- Hola -le devolví con una grata sonrisa al ver a alguien que conocía, aunque estaba un curso por encima del mío- No -negué con la cabeza- Para nada, es una carta de mi tío, ya preguntando cuántos hechizos he aprendido en dos días. ¿Clases pesadas?

En todas las clases ya sólo se escuchaban a los alumnos de otros cursos hablar sobre los TIMOs, y salían todos nerviosos.

- ¿Que tal el verano? -y es que aún no había coincidido con nadie para preguntar ni como se encontraba, todos los años lo mismo, comenzábamos el curso y nos ponían las pilas a trabajos, por eso las mesas estaban más que llenas de pergaminos, olvidándose la gente de cenar.

" Bien supongo...todos mis veranos siempre son más de lo mismo ", sonreí, sí, aquello era cierto, pero con mis tíos aunque fuera más de lo mismo intentaba llevarme bien.

" Si, las clases han estado más que pesadas, tienes suerte de estar en cuarto ", me encogí de hombros a la vez que me servía jugo de calabaza, no era de mis preferidos, pero ya que Anastasia se estaba poniendo aproveché para levantar el brazo y que llenase mi vaso.

- Mira el lado positivo, al año que viene cuando yo esté así, tu te reirás porque ya habrás pasado por eso -negué con la cabeza divertida.

Reí con ella, a mi me hacía gracia verlos tan desesperados, pero seguramente al curso siguiente yo estuviera igual o peor.

" ¿Carta de tus tíos dices? Normalmente se reciben cartas de sus padres...bueno, tampoco es que sea asunto mio de quien recibas correspondencia ", claro, no les había dicho que vivía con mis tíos, aún así creí que debía decírselo, no por nada, sino para que no se sorprendiera si se enteraba por ahí.

- Para especificar carta de mi tío Jason, mi tía no quiere saber nada de la magia, ellos son muggles, mi madre era squib, y se casó con un muggle, hermano de mi tía Mary. Cuando ellos murieron me fuí a vivir con mis tíos, pero tranquila, apenas los recuerdo, hace mucho que murieron, si recibiese carta de mis padres creo que me asustaría, porque que yo sepa los muertos no escriben, ¿O sí? -era algo que no tenía ni idea, igual si podían escribir y yo no lo sabía, me encogí de hombros, de todas maneras ellos nunca me habían escrito- Mira.

Le tendí la carta para que pudiera ver los dibujitos infantiles de Jason.

- A mi tío siempre le ha atraído este mundo, lo ve fascinante, si no fuera por él esto se haría muy pesado, porque mi tía es reacia a saber nada de este mundo y no me mira con buenos ojos- en casa era difícil estar con ella a solas, sobretodo cuando me miraba como un bicho raro o nos poníamos a limpiar y me vigilaba por si acaso sacaba la varita para evitar el trabajo pesado.

" Tienes suerte...a mi padre no le interesa nada que no tenga que ver directamente con él . Normalmente es mi madre la que escribe, pero rara vez lo hace...De todas formas, tampoco tengo mucho que contarles", alcé las cejas, ¿Donde estaba la suerte en vivir con mis tios porque mis padres habían muerto y cuando mi tía estaba en casa ni siquiera se podía mencionar como me iba en Hogwarts?

- Bueno, pero eso ya lo sabes, ¿Quieres decir que tu padre es una persona egoísta? -no sabía muy bien que quería decir con aquellas palabras, pero su siguiente pregunta si que me dejó totalmente descolocada- De todas formas, tú eres parte de él, por lo que si debería importarle lo que a ti te atañe, ¿no? Y tu madre supongo que querrá saber como te encuentras, si estás a gusto y cosas de esas, a mi eso no me lo pregunta nadie de normal.

" Dime Jane, ¿Tu siempre has estado en Hogwarts? ", reí y asentí con la cabeza.

- Siempre desde que en primero me colocaron el sombrero sobre la cabeza y me envió de cabeza a Gryffindor, tu estabas sentada en la mesa, estabas en segundo y recuerdo que aplaudiste como todos los demás -le dije divertida, llevándome el vaso a los labios para mojar un poco la boca- Yo fui la niña que tropezó con aquel niño que luego enviaron a Slytherin y lo tiré al suelo.

No me sentía orgullosa de aquello, pero había sido sin querer, despistada y maravillada a la vez por estar viendo las velas flotando y el cielo estrellado en vez del típico techo al cuál estaba acostumbrada en casa de mis tios.